Decidí comenzar mi blog con la noticia del momento en mi mundo, Good bye Elena.
Esto sí que duele. Con Elena tuve una relación de amor/odio. Empecé amándola como cualquier otro cuando empezó la serie. A medida que fue avanzando, la odié. Dios sabe cuántas veces la llamé perra y como quería verla morir desangrada a manos de Klauss (bueno, tal vez no tan así) pero sí, se hizo coger fastidio con idas y vueltas entre Stefan y Damon. Su indecisión carcomía mi paz interior. La toleré, la aguanté por Damon. Por ver lo ridículamente bien que se veían juntos.
Aunque tuve que hacer mi mejor esfuerzo, porque ¿Después de 5 temporadas aun no entendían que las ideas de Elena terminaban en algo peor? No, al parecer todos olvidaban lo pésima que resultaban sus maravillosas ideas. Pobre Bonnie, bien que le tocó sacrificar cada parte de ella por Elena.
Es casi lo mismo que pasa con Matt, sigue sin entender que cada “brillante” idea que tiene resulta con él en el hospital, al borde la muerte y tomando sangre de vampiro. Dios perdone su pobre alma. Agradece que seas el único humano sin pizca de magia en medio de toda esa locura. Pero quien sabe, a lo mejor termina siendo un vampiro loco que le aúlla a la Luna los martes mientras los viernes hace magia en New Orleans con los duendes de la tía Marie, porque su capacidad de supervivencia es sobrenatural.
En fin, el punto es que Elena se fue y no sabemos cómo va a continuar la serie. Lloré. Lloré por lo injusto que fue la muerte de Jo, por Damon y su inmenso amor. ¿Y al parecer Jeremy se va también? Todo es un misterio. ¿Damon se vuelve loco y arrasa con la ciudad? ¿Qué pasa con su desnaturalizada madre y su perturbarte familia? ¿Finalmente Caroline estará con Stefan? No se lo pierda en su telenovela Colmillos de Amor. A la misma hora y en el mismo canal. (Por el cual tendremos que esperar meses mientras sale la nueva temporada).
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